jueves, 14 de abril de 2011

Durmientes


Un apuesto joven al que besó en los labios con dulzura, despertó y la miró sorprendido.
-¿No me recuerdas? Del bosque, hace unos días.
El chico negó débilmente con la cabeza: los tubos que salían de su garganta y nariz no le permitían muchos aspavientos.
-Que sí, hombre. Luego me pinché con la rueca y me dormí y tú me besaste y...
El chico abrió mucho los ojos y echó una mirada suplicante al doctor que esperaba en la puerta.
-Nada, este tampoco es- musitó la muchacha alicaída mientras salía de la habitación
-No desesperes -la animó el médico-. Solo en esta planta todavía tenemos a otros catorce en coma irreversible.

1 comentario:

  1. :-DDD I love it! Y sobre todo, me encanta saber que no dejas de escribir...
    Un besote.
    Glor

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